11 febrero, 2020
11 febrero, 2020

CONTROL DE COSTES: se puede mejorar todo lo que se puede medir

CONTROL DE COSTES: se puede mejorar todo lo que se puede medir

CONTROL DE COSTES: se puede mejorar todo lo que se puede medir

Antes de querer reducir costes, tenemos que pararnos y plantearnos si realmente los estamos midiendo y controlando como se debería, pues un buen control de costes solo hará que aportar beneficios a tu empresa. Y es que como bien dice el título, todo aquello que podemos medir también se puede mejorar, y en consecuencia reducir.


El coste es la métrica que nos sirve para monetizar la cantidad de recursos que se requieren para generar valor para la empresa, es decir, cuántos recursos se consumen para ofrecer un servicio. El conocimiento y control de esta métrica son esenciales para garantizar una ejecución financiera en sintonía con los intereses de sus propietarios.

¿Sabes cuáles son los costes de tu empresa?

Muchas veces las pequeñas y medianas empresas no tienen un sistema de control de costes, si no que se basan en conocer la rentabilidad de su negocio de manera global.

Hasta hace muy poco las empresas establecían el precio de sus productos y/o servicios según el precio estipulado para los suministradores, teniendo en cuenta el beneficio que querían recibir. Pero poco a poco esta mentalidad está cambiando y los precios de los productos se establecen según el mercado, siendo limitada la capacidad de actuación de la empresa a sus costes de producción. Es aquí cuando la optimización en la cadena de suministro y otros recursos concretos entran en juego.

De todas formas, es importante tener en mente que a veces “análisis es parálisis” y que por lo tanto hay veces en que es mejor externalizar la gestión de algunos procesos a proveedores especializados que nos darán un servicio experto y flexible a las necesidades de nuestra empresa. Servicios como la logística integral o de aprovisionamiento, son claves en nuestra cadena de suministro y si dejamos en manos expertas este servicio podemos llegar a mejorar sustancialmente el rendimiento de nuestro negocio.

Teniendo en cuenta estas consideraciones, cabe destacar que no hay una fórmula mágica para la gestión de costes, ya que cada negocio tendrá sus propios KPIS y costes, por lo tanto, no se podrá usar una fórmula preestablecida.

El control de costes es muy importante para los objetivos de la empresa y no es una ciencia exacta, así que hacen falta conocimientos en gestión empresarial para poderlos mejorar y monitorizar de manera constante y sin sustos.

Antes de querer reducir costes, tenemos que pararnos y plantearnos si realmente los estamos midiendo y controlando como se debería, pues un buen control de costes solo hará que aportar beneficios a tu empresa. Y es que como bien dice el título, todo aquello que podemos medir también se puede mejorar, y en consecuencia reducir.


El coste es la métrica que nos sirve para monetizar la cantidad de recursos que se requieren para generar valor para la empresa, es decir, cuántos recursos se consumen para ofrecer un servicio. El conocimiento y control de esta métrica son esenciales para garantizar una ejecución financiera en sintonía con los intereses de sus propietarios.

¿Sabes cuáles son los costes de tu empresa?

Muchas veces las pequeñas y medianas empresas no tienen un sistema de control de costes, si no que se basan en conocer la rentabilidad de su negocio de manera global.

Hasta hace muy poco las empresas establecían el precio de sus productos y/o servicios según el precio estipulado para los suministradores, teniendo en cuenta el beneficio que querían recibir. Pero poco a poco esta mentalidad está cambiando y los precios de los productos se establecen según el mercado, siendo limitada la capacidad de actuación de la empresa a sus costes de producción. Es aquí cuando la optimización en la cadena de suministro y otros recursos concretos entran en juego.

De todas formas, es importante tener en mente que a veces “análisis es parálisis” y que por lo tanto hay veces en que es mejor externalizar la gestión de algunos procesos a proveedores especializados que nos darán un servicio experto y flexible a las necesidades de nuestra empresa. Servicios como la logística integral o de aprovisionamiento, son claves en nuestra cadena de suministro y si dejamos en manos expertas este servicio podemos llegar a mejorar sustancialmente el rendimiento de nuestro negocio.

Teniendo en cuenta estas consideraciones, cabe destacar que no hay una fórmula mágica para la gestión de costes, ya que cada negocio tendrá sus propios KPIS y costes, por lo tanto, no se podrá usar una fórmula preestablecida.

El control de costes es muy importante para los objetivos de la empresa y no es una ciencia exacta, así que hacen falta conocimientos en gestión empresarial para poderlos mejorar y monitorizar de manera constante y sin sustos.

Antes de querer reducir costes, tenemos que pararnos y plantearnos si realmente los estamos midiendo y controlando como se debería, pues un buen control de costes solo hará que aportar beneficios a tu empresa. Y es que como bien dice el título, todo aquello que podemos medir también se puede mejorar, y en consecuencia reducir.


El coste es la métrica que nos sirve para monetizar la cantidad de recursos que se requieren para generar valor para la empresa, es decir, cuántos recursos se consumen para ofrecer un servicio. El conocimiento y control de esta métrica son esenciales para garantizar una ejecución financiera en sintonía con los intereses de sus propietarios.

¿Sabes cuáles son los costes de tu empresa?

Muchas veces las pequeñas y medianas empresas no tienen un sistema de control de costes, si no que se basan en conocer la rentabilidad de su negocio de manera global.

Hasta hace muy poco las empresas establecían el precio de sus productos y/o servicios según el precio estipulado para los suministradores, teniendo en cuenta el beneficio que querían recibir. Pero poco a poco esta mentalidad está cambiando y los precios de los productos se establecen según el mercado, siendo limitada la capacidad de actuación de la empresa a sus costes de producción. Es aquí cuando la optimización en la cadena de suministro y otros recursos concretos entran en juego.

De todas formas, es importante tener en mente que a veces “análisis es parálisis” y que por lo tanto hay veces en que es mejor externalizar la gestión de algunos procesos a proveedores especializados que nos darán un servicio experto y flexible a las necesidades de nuestra empresa. Servicios como la logística integral o de aprovisionamiento, son claves en nuestra cadena de suministro y si dejamos en manos expertas este servicio podemos llegar a mejorar sustancialmente el rendimiento de nuestro negocio.

Teniendo en cuenta estas consideraciones, cabe destacar que no hay una fórmula mágica para la gestión de costes, ya que cada negocio tendrá sus propios KPIS y costes, por lo tanto, no se podrá usar una fórmula preestablecida.

El control de costes es muy importante para los objetivos de la empresa y no es una ciencia exacta, así que hacen falta conocimientos en gestión empresarial para poderlos mejorar y monitorizar de manera constante y sin sustos.

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